

René
Bárcena
ALERGENOS AMBIENTALES
Factor de riesgo principal para desarrollar enfermedades alérgicas respiratorias.
El aire inspirado contiene numerosos agentes nocivos e irritantes, incluyendo irritantes aéreos gaseosos, tales como óxido de nitrógeno o azufre y ozono, así como alergenos medioambientales. El asma es la principal manifestación clínica en el pulmón provocada por la inhalación de estos contaminantes ambientales. En la nariz, esta exposición condiciona el desarrollo de las diversas formas de rinitis alérgicas.
Hasta hace algunos años a los pacientes alérgicos se les recomendaba evitar el contacto con el exterior, con el fin de prevenir la exposición a supuestos agresores medioambientales tales como viento, rocío, cambio climático, humedad, y algunos alergenos como los pólenes. Lamentablemente, en la actualidad, este escaso contacto con el exterior constituye un hábito social y no una indicación médica. Así, en los países industrializados, la mayoría de los individuos pasan gran parte de su vida en espacios cerrados, mal ventilados, con elevada humedad relativa, presencia de alfombrados, cortinados, muñecos de paño, mascotas hogareñas y plantas, donde el aire puede contener contaminantes en concentraciones superiores a las que se encuentran en el exterior. En consecuencia, la calidad del aire en esos espacios cerrados es considerada actualmente tan importante o más que la calidad del aire del exterior para la salud en general y para las enfermedades alérgicas respiratorias en particular. En muchos pacientes, esta exposición habitual y continua a los alergenos ambientales es la causa de síntomas respiratorios persistentes, los que mejoran al suprimir drástica y totalmente dicha exposición.
Los aeroalérgenos más frecuentemente asociados al asma y la rinitis alérgica perenne se hallan en el interior de los domicilios o lugares de trabajo, mientras que aquellos vinculados con molestias alérgicas estacionales proceden del medioambiente exterior.
Ácaros del polvo doméstico
El polvo de casa es la fuente principal de alergenos intradomiciliarios. Está formado por materia inorgánica y orgánica incluyendo fibras de distinto origen, hongos, bacterias, enzimas, pólenes, insectos, pelos de animales y ácaros.
Los ácaros del polvo doméstico constituyen en nuestros días la principal fuente de alergenos en todo el mundo, alcanzando su mayor desarrollo en áreas tropicales y subtropicales con hábitos sociales occidentalizados.
Los ácaros domésticos son artrópodos, relacionados con las arañas y escorpiones, que tienen un tamaño microscópico de aproximadamente 0,3 mm, ocho patas, son ciegos y viven de escamas de piel y otros detritos. Crecen en un rango de temperatura muy estrecho de 23 a 25ºC y mueren cuando son sometidos a temperaturas inferiores a los -20ºC durante 24 horas. Cuando disminuye la humedad relativa ambiente, se refugian en la profundidad de alfombras, colchones y almohadas, donde pueden permanecer vivos durante meses.
Los ácaros excretan alimentos parcialmente digeridos y enzimas digestivas en forma de partículas fecales muy pequeñas, que contienen a los alergenos principales que aspiramos cotidianamente.
Hongos
Los hongos son organismos semejantes a las plantas pero sin clorofila, que se reproducen por esporas que, a semejanza de los granos de polen, pueden ser arrastradas por el viento. Estas partículas habitualmente derivan de fuentes microscópicas intradomiciliarias (restos de alimentos, escamas humanas, papel, plantas ornamentales, cortinas de baños, sótanos, tuberías aire) y extradomiciliarias (cultivos y depósito de granos, pastos y hojas muertas, basurales, deyecciones animales). La humedad ambiental es un elemento crítico para el desarrollo de los hongos. Sin embargo, aún con aire seco, los hongos pueden encontrar suficiente agua libre en áreas frías de condensación, suelos húmedos y superficies de hojas. El viento seco promueve la dispersión de numerosas esporas durante la tarde de días soleados.
Pólenes
Los pólenes, para que sean considerados como causantes de alergias, deben reunir una serie de características: ser livianos, liberarse en cantidad suficiente y la planta que los produce ha de tener una amplia difusión local. Menos del 10% de las especies vegetales que florecen liberan pólenes al aire para que sean transportados por el viento. Estas de plantas se hallan concentradas en regiones templadas, no tienen colores brillantes, perfumes ni néctar, ya que no requieren de insectos para su fertilización. Los pólenes dispersados por el aire presentan un tamaño muy pequeño para facilitar su transporte y dispersión por la corriente aérea. La temperatura, humedad y velocidad del viento afectan notablemente la descarga de polen. El aire seco y caliente del mediodía y la tarde produce picos de emisión, aunque para las gramíneas y malezas éstos pueden ocurrir en las primeras horas de la mañana. La lluvia, la niebla y las temperaturas inferiores a 10ºC suprimen la liberación de polen.
Insectos
Algunos insectos son fuente importante de alergenos respirables causantes de sensibilización. Los más estudiados corresponden a las especies de cucaracha mas frecuentes en el interior de las viviendas. La acumulación de alergenos de cucaracha en las casas ocurre principalmente en la cocina, aunque pueden encontrarse cantidades significativas en otras habitaciones. Tanto los restos corporales como las heces de estos insectos, al igual que los ácaros del polvo, contienen los alergenos principales. La sensibilidad a cucaracha es más frecuente en zonas urbanas y se ha relacionado con grupos de bajos recursos económicos.
Animales domésticos
Los gatos y perros aportan una fuente de exposición inmediata en los domicilios y, dado que sus alergenos son fácilmente transportables, también es posible la exposición en lugares públicos y escuelas. Los alergenos de gato se encuentran principalmente en la saliva, piel y pelo. Una gran proporción de ellos se encuentra dispersa en el aire en partículas microscópicas que resultan muy difíciles de eliminar. En el perro, las fuentes principales de alergeno son el pelo, la piel y la saliva, siendo también fácilmente transportados adheridos a las vestimentas.
Evitar la exposición a alérgenos
Diversos estudios han demostrado una correlación significativa ente sensibilización a alergenos ambientales y desarrollo de asma y rinitis. En cada área geográfica el alergeno más importante asociado con síntomas respiratorios es aquel que se encuentra en mayor concentración en los domicilios. La hipótesis actual es que la exposición crónica a un determinado alergeno, llevará a la inflamación de la nariz y los bronquios y que esta inflamación condicionará la aparición de los síntomas.
Recientemente, un amplio estudio realizado en Gran Bretaña ha permitido identificar los principales factores que afectan los niveles de ácaros en los domicilios. Entre ellos se destacan los referidos a la mayor humedad y temperatura vinculados con dormitorios en planta baja, condensación en las ventanas y manchas de humedad en las paredes, los asociados con la menor ventilación como la ausencia de chimenea en el salón o de extractor de aire en la cocina, la mayor acumulación de polvo asociada al empleo de aspiradoras de modelo viejo y de colchón alfombras con más de 1 año de antigüedad, el lavado de la ropa de cama con agua fría y una vivienda con más de 20 años de construcción.
Por otro lado, para el caso de los alergenos de perro y gato, las alfombras y los colchones han sido identificados como importantes reservorios aún en casas que no tienen animales. Así mismo, en las escuelas, la mayor concentración de alergenos ocurre en las cortinas y es transportado por las ropas de los niños que poseen mascotas en sus casas.
Principales alérgenos
En nuestro país, numerosos estudios han demostrado que la enorme mayoría de los pacientes con diagnóstico clínico de asma y/o rinitis se encuentran sensibilizados a alergenos del medio ambiente interior de las viviendas.
Más del 75% de los pacientes con asma o rinitis alérgica son alérgicos, definidos por pruebas cutáneas positivas para algunos de los alergenos que hemos mencionado. Entre ellos, las diversas especies de ácaros del polvo doméstico, son los más importantes, seguidos por los hongos ambientales, los pólenes de diferentes árboles, gramíneas naturales y cultivadas, plantas y malezas, pelos y caspa de animales y cucarachas.
La sensibilización a ácaros predomina en las grandes ciudades, en tanto que los pólenes y alergenos de animales son relativamente más frecuentes en zonas rurales. En nuestro país, con una geografía tan amplia y variada, existen marcadas diferencias regionales. En climas más fríos y secos, la sensibilización a ácaros disminuye, cobrando valor los hongos y los pólenes.
Así por ejemplo, casi todos los domicilios contienen alguna especie de ácaros en concentraciones suficientemente elevadas como para inducir sensibilización alérgica en los pacientes genéticamente predispuestos.
En los climas áridos, con muy escasas precipitaciones anuales y humedad relativa ambiente promedio inferior al 50%, los hongos se constituyen en los principales sensibilizantes asociados al desarrollo de asma, guardando estrecha relación con su presencia en el ambiente exterior. En el Litoral, el número de colonias de hongos cultivadas de los domicilios resulta mayor en otoño y verano cuando los porcentajes relativos de humedad ambiental son superiores al 70%.
Si bien la sensibilización causada por cucarachas parece ser de menor magnitud en nuestro país, su trascendencia se acrecienta entre los habitantes de bajos recursos en grandes conglomerados urbanos, vinculándose con la humedad en la vivienda, falta de escolaridad secundaria en los padres y presencia de terrenos baldíos.